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jueves, 27 de diciembre de 2012

Aquí Llueve #19

HOLA BLOGGEROS!
Hoy les traigo otra entrada de momentos lluviosos!! porque son mis favoritos y punto!! jajaja :)


La lluvia golpeaba contra la ventana de la sala de estar. Hermione se hallaba inmersa en El libro reglamentario de hechizos, nivel 4, del que la señora Weasley había comprado ejemplares para ella, Harry y Ron en el callejón Diagon. Charlie zurcía un pasamontañas a prueba de fuego. Harry, que tenía a sus pies el equipo de mantenimiento de escobas voladoras que le había regalado Hermione el día en que cumplió trece años, le sacaba brillo a su Saeta de Fuego. Fred y George estaban sentados en un rincón algo apartado, con las plumas en la mano, cuchicheando con la cabeza inclinada sobre un pedazo de pergamino.

Harry guardó su equipo de mantenimiento de escobas voladoras, se echó al hombro la Saeta de Fuego y subió la escalera con Ron. La lluvia sonaba aún más fuerte en la parte superior de la casa, acompañada del ulular del viento, por no mencionar los esporádicos aullidos del espíritu que habitaba en la buhardilla. Pigwidgeon comenzó a gorjear y zumbar por la jaula cuando ellos entraron. La vista de los baúles a medio hacer parecía haberlo excitado.

Cuando Harry despertó a la mañana siguiente, había en el ambiente una definida tristeza de fin de vacaciones. La copiosa lluvia seguía salpicando contra la ventana mientras él se ponía los vaqueros y una sudadera. Se vestirían con las túnicas del colegio en el expreso de Hogwarts.

La lluvia se hacía aún más y más intensa a medida que el tren avanzaba hacia el norte. El cielo estaba tan oscuro y las ventanillas tan empañadas que hacia el mediodía ya habían encendido las luces. El carrito de la comida llegó traqueteando por el pasillo, y Harry compró un montón de tortas con forma de caldero para compartirlas con los demás.

Cuando se abrieron las puertas del tren, se oyó el retumbar de un trueno. Hermione envolvió a Crookshanks en su capa, y Ron dejó la túnica de gala cubriendo la jaula de Pigwidgeon antes de salir del tren bajo el aguacero, con la cabeza inclinada y los ojos casi cerrados. La lluvia caía entonces tan rápida y abundantemente que era como si les estuvieran vaciando sobre la cabeza un balde tras otro de agua helada.
--¡Eh, Hagrid! --gritó Harry, viendo una enorme silueta al final de la plataforma.
--¿Todo bien,Harry? --le gritó Hagrid, saludándolo con la mano--. ¡Nos veremos en el banquete si no nos ahogamos antes!.

3 comentarios:

Oly dijo...

Me han entrado ganas de volver a leer la saga :P Que hace tiempo que hice la última relectura xD
Me encanta cómo le pregunta Hagrid a Harry qué tal está: ¿Todo bien, Harry? :P
Besos

kitten dijo...

Perfect book is perfect.
'Nuff said.

Tamine dijo...

sadikdasjadajsd me encanta Harry x3 asdkjasdasdk me encantan tus desafios cuando aparece harry *-*